¿Sabías que en la provincia de Huesca 🏞️, muy cerca de la frontera con Francia, hay una estación de lo más chula? 🚉 Toma nota porque te contamos cómo es la visita a la estación de Canfranc, uno de los lugares que no te debes perder si estás por Aragón y, sobre todo, si estas planeado pasar unos días por Huesca.

Si visitas ahora la estación de Canfranc te parecerá que acaban de construirla 🏗️. La han renovado hace poquito para ubicar en sus instalaciones uno de los hoteles más chulos en los que te puedes quedar a dormir 💤. No te preocupes, que si no te llega el presupuesto 💰, también tienes otros hoteles a unos metros en el pueblo de Canfranc 🛌. De lo que no cabe ninguna duda es de que el paisaje que rodea tanto el pueblo como la estación de Canfranc, es una verdadera maravilla 🥰, un lugar en el que te sentirás como si estuvieras en otro mundo.

¿Dónde está la estación internacional de Canfranc?

La estación de Canfranc está en un enclave maravilloso, en el norte de la Jacetania, al norte de la provincia de Huesca ⛰️. Es uno de los rincones con encanto que te puedes encontrar en el Pirineo aragonés y todo un emblema de esta maravilla de zona 🔝.

Un poquito de historia de la estación de Canfranc

Aunque ahora veas la estación así de majestuosa, que sepas que este lugar tiene muchos años a sus espaldas. La estación de Canfranc se inauguró el 18 de julio de 1928 por el mismísimo Alfonso XIII y el presidente de la República francesa, Gaston Doumergue 🍾. En ese momento, agárrate que vienen curvas, era la segunda más grande de Europa 😮.

Pero ojito, que su construcción llevó algo de tiempo, no te creas que se levantó en nada 🤭. El germen surgió en el año 1853, cuando un grupo de aragoneses vinculados a la Sociedad Económica de Amigos del País, pidió la construcción de un ferrocarril a Francia vía Canfranc 🚂. Sabían lo que significaba, convertir a Aragón en un centro logístico de lo más importante. Pero tardaron ni más ni menos que 75 años en ver su sueño hecho realidad. La estación internacional de Canfranc fue el tercer paso transfronterizo internacional, después de Hendaya y Portbou.

El proyecto lo desarrolló el ingeniero alicantino Fernando Ramírez Dampierre 📝, amigo íntimo del rey Alfonso XIII 👑. Estudió en París, donde se curtió en el modernismo, y a él le debemos el impresionante edificio modernista de 241 metros de longitud con sus 150 puertas de acceso (casi nada) y la friolera de más de 350 ventanas 🪟 (aunque la empresa que se encargó de su reconstrucción asegura que, con los torreones, se llegó a 424). ¿No te parece una pasada? Mira que lo habíamos visto veces en fotos, pero te aseguramos que cuando llegas, alucinas en colores al ver lo enorme que es 🤩.

Aquí donde lo ves, esta era la primera impresión que se llevaban los viajeros que llegaban a España desde Francia. Con su pedazo de hotel, casino 🎰, aduana… con un recibimiento así, nosotros no volvíamos para atrás, ¿y tú? 😜

Con la Guerra Civil española 🪖, el servicio se interrumpió y no se reanudó hasta el año 1940, con el inicio de la Segunda Mundial. En ese momento, la función de este impresionante edificio cambió un poquito. Por aquí se pasó de todo, oro, obras de arte robadas y hasta llegaron algunos judíos que huían hacia un nuevo destino. En el año 1944 se volvió a interrumpir el tránsito hasta 1948.

El problema llegó en el año 1970. El 27 de marzo un tren sin pasajeros ni personal de tripulación descarriló 😕. El puente de L’Estanguet se hundió y ya nunca más volvieron a circular los trenes por aquí. La línea férrea se cerró y esta pasada de edificio fue cayendo poco a poco en el olvido y un estado de abandono ☹️.

La estación internacional de Canfranc se declaró Bien de Interés Cultural en el año 2002 y forma parte del Patrimonio Histórico Cultural Ferroviario.

La recuperación de la estación de Canfranc

Afortunadamente en la actualidad la estación de Canfranc vuelve a lucir con todo su esplendor 😍. En este caso convertida en un hotel de gran lujo, operado bajo la marca Royal Hideaway Hotel del grupo Barceló. El Gobierno de Aragón le compró a ADIF el edificio principal de la explanada ferroviaria por 310.602 euros. Y gracias a ello sigue recibiendo a los viajeros en un aura majestuosa, con todos los detalles en un enclave único, y hasta con un restaurante estrella Michelin dentro de uno de los antiguos vagones que en su día se dedicó al transporte de viajeros. ¿Se puede pedir más? 😊

Es más, el proyecto no solo se ha ocupado de volver a poner bonito el edificio central, sino que también se han restaurado los almacenes del complejo. Y todos ellos respetando su propia volumetría.

Y por otro lado, también se ha puesto en funcionamiento una nueva estación de tren 🚆, en la que las conexiones con Francia se mantienen tan vivas como antes.

El Royal Hideaway Hotel

Como te decíamos, la antigua estación internacional de Canfranc ahora es un pedazo de hotel 🔝. El Royal Hideaway Hotel 5 Estrellas Gran Lujo cuenta con 140 habitaciones y 4 de ellas son suites de lujo. Al más puro estilo Art Decó se le suman los cabeceros de terciopelo que recuerdan a los tapizados de los asientos de los vagones de los años 20.

 👉 Consulta disponibilidad en el Canfranc Estación Royal Hideaway Hotel

Y no solo eso, en todas las habitaciones hay una de las antiguas ventanas de la estación, aunque ahora su función es otra: son un marco ideal en el que muestran fotos históricas de la estación de Canfranc. El hotel también cuenta con una piscina climatizada y una zona wellness. Y lo que en su día fue la antigua aduana, ahora es una biblioteca de lo más molona 📚.

En lo que era el vestíbulo de la estación ahora se encuentra la recepción del hotel. Puedes entrar, aunque no te alojes en él. Lo que no puedes es acceder a la zona de la derecha, porque está reservada para clientes. Pero tranqui, que te darás cuenta enseguida de cuál es, porque está señalizada. ¡Ah! Y no te pierdas su restaurante estrella Michelin dentro de un vagón de tren rehabilitado al más puro estilo del Orient Express 🚂.

El Canfranc Express es todo un viaje en el tiempo aderezado por la alta cocina aragonesa a las manos del chef Eduardo Salanova.

Un entorno de excepción

Y a todo esto se une el lugar en el que se encuentra. La visita a la estación de Canfranc merece la pena, además de por el impresionante edificio modernista que te vas a encontrar, por su impresionante entorno natural 🏔️. Está ubicada en pleno pirineo oscense, en un remanso de paz que destaca por su excepcional belleza.

Además, está muy cerca de las estaciones de esquí de Candanchú y de Astún, y del puerto de Somport, una zona de montaña que no deja a nadie indiferente. Así que, otro de los planes que puedes hacer si visitas la estación de Canfranc, es perderte por alguna de sus rutas senderistas 🥾. Paisajes como Punta Madalena, la Gruta de los Lecherones, el dolmen de Izagra o la Cueva de las Güixas te van impresionar 🤩.

Leyendas (o no) de la estación de Canfranc

Un lugar con tanta historia tenía que tener leyendas 📜. Más allá de sus vías, hangares y aduanas, la II Guerra Mundial dio origen a algunas de ellas. Se cuenta que en torno a la estación de Canfranc hubo toda una red de espías 🕵️, que desde aquí España enviaba wolframio a Alemania para ayudar a Hitler y que, a cambio, Alemania le devolvía por ella oro 🪙.

Ojito, que hay pruebas y todo, que un conductor de autobús que hacía la línea que unía Francia con España 🚌, se encontró con unos baúles abandonados llenos de documentos en los que se demostraba que entre los años 1942 y 1942 por aquí pasaron 86 toneladas de oro que los nazis le robaron a los judíos 😮. Se fundieron en Suiza y se usaron como pago por el wolframio a Madrid, Portugal y otros destinos como Argentina o Estados Unidos. ¿Te acuerdas que ya te contamos algo de esto cuando hicimos la Ruta de la Lapa Grande en Covas? 🎒

Pero espera, que hay más. Este ir y venir de cosas hizo que en Canfranc se tejiera toda una red de espías, que lo que buscaban era debilitar el poder nazi. Vamos, que aquí debía haber un buen cacao maravillao entre unos y otros 😅. No nos lo queremos ni imaginar. En los años 40 del siglo XX sonaba bastante el nombre de Albert Le Lay.

Era el jefe de la aduana francesa en Canfranc y se sabe que fue miembro activo de esa resistencia, mientras hacía creer que trabajaba para los nazis. Para él trabajaba como espía Lola Pardo, que se cosía mensajes en los forros de sus vestidos para llevarlos a París o Madrid en el tren y entregar así la información 🧶.

En 1943 la Gestapo le pilló y tuvo que huir. Se unió a las tropas de la Francia Libre hasta que acabó la guerra. Cuando acabó la guerra le ofrecieron varios puestazos en París, pero él dijo que no, que volvía a Canfranc, por lealtad hacia los canfranqueses que tanto arriesgaron en tiempos difíciles.

¿Se puede visitar la estación de Canfranc por libre y gratis?

Seguro que es una de las primeras cosas que te estás preguntado si quieres visitar Canfranc 😊. La respuesta es sí, la estación de Canfranc se puede visitar por libre y de forma gratuita. No puedes entrar en las zonas que pertenecen al hotel, pero por el resto de espacios podrás pasear tranquilamente, y te aseguramos que merece mucho la pena 🔝.

Entre los espacios que puedes recorrer durante tu visita a Canfranc están los pabellones de entrada, la estación internacional de Canfranc, las cocheras francesas, el dormitorio de maquinistas franceses, el muelle francés, el hangar de transbordo o algunos antiguos vagones de lo más chulos que vas a ver al otro lado del hotel.

Otra opción para visitar la estación de Canfranc es hacerlo con una visita guiada. Puedes consultar precios y horarios en la web del Ayuntamiento de Canfranc 💻.

Fotos del Canfranc Antiguo

Si tienes ganas de saber cómo era Canfranc hace años, hay una ruta fotográfica de lo más chula en la que puedes ver varias instantáneas que te ayudarán a imaginarte lo que un día fue este lugar. Si quieres verlas puedes pinchar aquí para descubrir las fotos 📸.

Mapa de localización de la estación de Canfranc

Para que no tengas ninguna duda a la hora de organizar tu visita a la estación de Canfranc, te dejamos por aquí un mapa con la localización, y te marcamos el punto en el que conseguimos aparcar nosotros 📍.

¿Cómo llegar a la estación de Canfranc?

La mejor forma de llegar a Canfranc es en coche 🚗. Nosotros fuimos desde Huesca, y tardamos poco más de una hora. Solo tienes que ir por la A-23 hasta la salida de Jaca y después continuar por la N-330 hasta llegar a la estación de Canfranc, que está pasando el pueblo de Canfranc.

Otra opción para llegar a la estación de Canfranc es hacerlo en bus. Desde Jaca tienes un servicio de autobuses diarios que conectan estos dos lugares por 2,10 euros el trayecto 🎟️.

Y, obviamente, otra de las formas de llegar a la estación de Canfranc es hacerlo en tren 🚈. Puedes ir desde Zaragoza, pero también desde otros lugares. Aunque te recomendamos que consultes bien antes de ir, porque si pillas la línea en obras, parte del trayecto lo harás en autobús. Aunque tranqui, porque se encargan en Renfe de organizarlo, para que no tengas que pensar en nada 😊.

¿Dónde aparcar para visitar la estación de Canfranc?

Si como nosotros vienes en coche hasta la estación para visitarla, que sepas que, aunque te parezca que no, puedes cruzar el puente para aparcar. Hay una zona reservada para clientes, pero cuando la pases también hay unos huecos. Si no quieres arriesgarte, en la carretera principal también hay varios sitios y es fácil que puedas hacerte con uno de ellos. Si no vienes en temporada alta, claro 🤭. En esa época suponemos que será más complicado. Nosotros fuimos en noviembre y teníamos hasta huecos para elegir.

¿Qué ver cerca de la estación de Canfranc?

El mismo pueblo de Canfranc, ligado al Camino de Santiago Aragonés, tiene una visita de lo más interesante 🔝. Sus orígenes se remontan al siglo XI, cuando sus habitantes decidieron dedicarse al comercio y a recibir a los peregrinos que pasaban por aquí. Puedes ver la Iglesia de la Asunción, las ruinas de la Iglesia de la Trinidad, o simplemente dejarte llevar por sus calles.

Otra de las cosas interesantes que puedes hacer cerca de la estación de Canfranc es la Ruta de los Búnkeres. Se construyeron para defender a la población de las posibles invasiones francesas, que nunca se llegaron a producir. Si te molan las construcciones militares, acércate a la Torreta de Fusileros, una torre del siglo XIX de lo más curiosa, con planta en forma de elipse, que vas a poder ver muy cerca de la estación de Canfranc. Nosotros visitamos Canfranc desde Jaca, está a unos 20 minutos en coche, así que es una escapada perfecta para hacer un plan de un día, y puedes juntarla, por ejemplo, con el Monasterio de San Juan de la Peña o la Cueva de las Güixas. Si tienes ganas de hacer algo más de distancia, te recomendamos que te acerques a Huesca, tiene un montón de rincones que nos sorprendieron un montón 🥰.