En nuestro tercer día en Gran Canaria nos habíamos propuesto conocer la Presa de las Niñas, pero antes queríamos pisar un poquito la playa ⛱️. Como estábamos muy cerquita de la Playa de Puerto Rico y habíamos escuchado 👂 que era una de las más chulas de la zona, nos acercarnos para ver si podíamos tomar un poco el sol 🌞 y darnos un bañito 🏊. Pero… estaba llena no, lo siguiente. Es lo que suele pasar con los sitios conocidos 😞. Como todavía no tenemos bañador, nos dio vergüenza desnudarnos 😳, así que decidimos buscar un lugar menos concurrido. ¡Y lo teníamos más cerca de lo que nos podíamos imaginar 😮!

Alucinando con el Bufadero de Tauro

Muy cerquita de la Playa de Puerto Rico, hay un tesoro escondido 🤫. Uno de esos sitios tranquilos y no masificados: la Playa de Tauro. Sorprende ver como, estando tan cerca una de la otra, hay tanta diferencia de afluencia de gente 🤔.

Además de que es una de las playas más tranquilas y bonitas para tomar el sol 🌞, nos habían chivado que muy cerquita de ella hay un sitio único: el Bufadero de Tauro 😍. Si te estás preguntando qué es eso de un bufadero, te contamos que es un agujerito o una grieta que se forma en el litoral por el que sale un chorro de agua «bufando» 🌬️ cuando las olas 🌊 llenan la cueva de golpe, de ahí su nombre 🤓.

Para verlo nos asomamos por la parte de atrás, con mucho cuidadito de no caernos. Pero cuando llegamos no bufaba nada 😕. Eso sí había una cuevecita muy chula 😊 que formaba una espectacular piscina natural y vimos a gente haciendo snorkel. Nos pareció una playa ideal para disfrutar de un bañito tranquilo. Si decides acercarte hasta el bufadero ten cuidado y asegúrate de que el mar está en calma, que dependiendo de las corrientes puede ser peligroso ⚠ llegar hasta la cueva.

Volvimos al coche para poner rumbo a la Presa de las Niñas, pero nos encontramos con este parque tan chulo que nos invitó a entrar. Está abierto al público y tiene cositas típicas de Gran Canaria, como las casitas de colores 😍, los caballitos de mar o las caracolas.

Aunque a nosotros nos pareció un superparque, es un minigolf ⛳, o lo era, porque no estamos seguros de que siga funcionando. Pero nos gustó mucho pasear entre sus hoyos 😊. Lo que no nos gustó es que vimos muchos de los caballitos de mar, que son los que indican el número de los hoyos, pintarrajeados 😡. ¡Hay que respetar las cosas! Nos parece fatal que la gente no lo haga. Nosotros somos buenos y nunca se nos ocurriría firmar un caballito de mar. Grrrrr 🤬.

Nos acercamos a las presas de Gran Canaria

Después de un ratito en la playa (nos quemamos muy fácilmente 🤭), decidimos cambiar de planes y nos fuimos directamente hacia el interior. Giro radical ¿eh 😜? Recuerda que hemos empezado el artículo diciéndote que queríamos conocer la Presa de Las Niñas. Aunque la playa tira, sabíamos que era más óptimo acercarnos hoy, antes de seguir subiendo hacia el norte por la costa 🚗.

La carretera es, en parte, la misma que hicimos el día anterior cuando llegamos hasta La Aldea de San Nicolás, pero había algún tramo un poco más estrechito y vimos más ciclistas 🚴. Con precaución puedes conducir por ella sin problemas. Todavía no te hemos hablado de las carreteras de Gran Canaria, están muy bien asfaltadas, pero muchas de ellas son estrechitas y es habitual encontrarse con ciclistas, así que tienes que ir con cuidadito. Si vas con precaución y no corres, no deberías tener ningún problema 👌.

Nuestra primera parada fue la Presa del Mulato, que la verdad es que nos decepcionó un poquito 😕. Habíamos visto alguna foto y pensábamos que era más chula 🤔. Además, el camino que lleva a la presa estaba cerrado, así que solo pudimos hacer una foto desde un mirador y se ve solo este trocito de agua que puedes ver en la foto 📷.

En realidad si vas hacia la Presa de Las Niñas desde Mogán te pilla de paso, así que si te gustan las presas párate. Igual tienes más suerte que nosotros y lleva más agua 😉 o han abierto el camino que lleva a la presa y puedes verla desde otra perspectiva. Después de hacernos la foto seguimos nuestro camino hacia la Presa de Las Niñas, que en realidad era la que queríamos ver 👀. También nos dio un poquito de penita comprobar que tenía menos agua de la que ha llegado a tener. Pero aun así, es un sitio muy chulo que a nosotros nos gustó visitar 😊. Además, tiene un área de descanso en la que puedes pararte a tomar algo o incluso a hacer un picnic.

Comprando en el puesto de Diego, cerca de la Presa de las Niñas

Si no llevas comida no te preocupes, porque antes de llegar a la presa, concretamente en la Cruz de San Antonio, hay un puestecito con productos canarios que te salvará la vida 🆘.

Nosotros nos fijamos de casualidad porque, según íbamos a la presa, Diego 🏃‍♂️ vino corriendo a saludarnos 👋 y nos ofreció vitaminas. Unas naranjas cortaditas en gajos 🍊 con las que seguro que se gana a todos los ciclistas que circulan por esta zona 🚴. Nos pareció tan curioso que decidimos parar a saludarle y charlar un rato con él. Cuando descubrimos que tenía bananas 🍌, bueno plátanos de Canarias, que son aún mejores 👌, ya nos conquistó para siempre 😍. Pero aquí puedes encontrar todo tipo de productos canarios, nos invitó a probar el queso con miel de palma y no pudimos evitar llevarnos algunas cositas.

Recuerda que como viajeros responsables nos gusta potenciar el comercio local, y qué mejor forma de hacerlo que ayudando a Diego y a Juan a mantener este puestecito tan chulo en este lugar de ensueño que nunca olvidaremos 😊. Si vas por la zona no dudes en visitarles y darles recuerdos de nuestra parte. Es una de las cosas más auténticas que hemos visto hasta ahora en la isla, nos tocó nuestros pequeños corazoncitos, y que conste que no solo porque tuvieran bananas 🍌, perdón plátanos de Canarias.

Llegamos a la Presa de las Niñas

Pero seguimos con la ruta, que nos despistamos, jeje. Pasando el puesto de Diego, a unos 3 kilómetros encontrarás el desvío al área recreativa ↩️ y un poquito más adelante un pequeño espacio en el que podrás dejar el coche 🚗 para sacar la foto del embalse que hicimos nosotros. Aunque para eso tendrás que andar un poquito 😜, unos 20 minutos con nuestras pequeñas patitas.

Este es el paisaje que verás a unos 2 kilómetros caminando por una carreterita asfaltada que pone que es propiedad privada y por eso no podrás pasar con el coche, pero sí caminando 🚶. De hecho, cuando llegamos, la valla estaba bajada, así que decidimos pasear y disfrutar de los paisajes que nos dejó esta zona del interior de la isla 🏝️.

Aunque la foto más chula de la Presa de las Niñas la sacamos desde el Árbol de Casandra, que está a unos 50 metros de la foto anterior, pero atención que este árbol tiene historia 🌳. De hecho, en el lugar se le conoce como el árbol maldito de Casandra 😮. Aquí donde lo ves tiene ni más ni menos que unos 4 siglos de edad, ¡casi nada! 🤣

Descubriendo las leyendas de la Presa de las Niñas

Cuenta la leyenda que en este árbol se quemó a una joven 👸🏻, que obviamente habrás deducido ya que se llamaba Casandra. Resulta que estaba locamente enamorada 💕 de un joven del pueblo llamado Iván. A ninguna de las dos familias les gustaba el noviazgo, hasta el punto de que el padre de la joven decidió ponerle punto y final matando a Iván 😱. La leyenda dice que la joven pactó con el diablo 👿 para vengarse de él, pero la descubrieron y la quemaron por bruja bajo el árbol que fue testigo de su amor con Iván. Nos han dicho que si te acercas al árbol a veces se escuchan 👂 los gritos de la joven por el dolor de sus quemaduras 🔥.

A pesar de la leyenda a nosotros este arbolito nos pareció muy chulo y le dejamos que nos abrazara mientras nos hacíamos esta foto tan cuqui 📸. ¿No te parece supercariñoso 😍?

Por si fuera poco, nos han contado que el pino 🌲 ha sobrevivido a varios incendios y sigue así de intacto… Algo raro sí que debe de haber, ¿no crees 🤔? Pero esta no es la única leyenda que rodea la Presa de las Niñas. ¿Por qué crees que la presa se llama así 😊? Pues parece ser que según cuentan los más antiguos del lugar, sus abuelos encontraron en unas cuevas funerarias ⚰️, que están a unos 200 metros de la presa, cinco pequeños cadáveres que se asociaron a unas niñas. De ahí vendría el nombre 😉.

Sean o no ciertas estas leyendas, lo que sí que es cierto es que la Presa de las Niñas nos gustó un montón 👌. El paseo para llegar hasta ella es muy agradable y la zona también. Después de visitarla nos contaron que ahora lleva menos agua 🧐 porque Gran Canaria está pasando por un periodo de sequía, y resulta que toda el agua que se embalsa en las presas procede de la lluvia ☔. ¡Con razón no nos hemos encontrado todavía con ningún río 🕵!

Comiendo en el Bar Boya

Después de la rutita por la Presa de las Niñas nos entró hambre 😋 y decidimos volver hacia la costa 😀 para probar un restaurante 🍴 que nos recomendaron en el hotel el día anterior. Tenemos que confesaros que fue todo un acierto 🔟, así que lo compartimos con vosotros para que podáis disfrutarlo y podáis seguir colaborando con la economía de la zona 👌 durante vuestra visita a Gran Canaria, como buenos viajeros responsables ♻️.

Es el Bar Boya, que está en la zona de El Pajar, un sitio canario, repleto de canarios. De esos que a nosotros nos gustan 😊. Por si no lo sabes todavía, te contamos que durante nuestras vacaciones nos gusta tener la sensación de que vivimos en el destino que visitamos. Mezclarnos con sus gentes, ir a los mismos sitios que van ellos y disfrutar los sitios auténticos y con sabor 🤭.

Además, este bar, que lleva en marcha desde el año 1952 está en plena playa y la comida estaba muy rica y a un precio muy económico. Nosotros probamos el escaldón de Gofio 🥣, unos pulpitos fritos 🐙 y unas papas arrugás 🥔, y nos quedamos más que llenitos. Con las bebidas la cuenta fueron 20 euros para los dos. Vale, confesamos que estábamos un poco sequitos y teníamos sed 🥤.

El Yacimiento Arqueológico de El Llanillo

Después de comer decidimos acercarnos hasta Maspalomas, pero por el camino nos encontramos con la zona arqueológica de El Llanillo, en la que puedes ver un poblado prehispánico con varias construcciones de piedra de carácter doméstico y sepulcral ⚰️.

Además, está en una calita muy chula, en la Playa de las Pimientas, en la que pudimos tomar un poquito el sol porque estábamos solitos.

La Playa de las Meloneras

Un poquito más adelante, antes de llegar a Maspalomas, nos encontramos con otra playa que también nos pareció muy chula. Es la Playa de las Meloneras, que se separa de la de Maspalomas por el faro 💡.

Nos gustó porque nos pareció que aunque había ambiente, no estaba tan llena de gente como la de Puerto Rico. Pero si nos conoces un poquito ya sabes que a nosotros nos gusta huir de las playas más famosas, para buscar rinconcitos en los que haya poca gente o podamos estar solitos. Somos demasiados famosos 😎 y como nos piden autógrafos todo el rato, no nos dejan descansar 😜.

Alucinando con las Dunas de Maspalomas

Como última parada del día nos acercamos a Maspalomas. Aunque ya eran las 17:30 de la tarde ⌚ cuando salimos de la Playa de las Meloneras y sabíamos que no teníamos mucho tiempo, queríamos intentar ver la puesta de sol desde las dunas. ¿Lo conseguiremos 🤔? No está fácil, que a partir de las 18:00 el sol empieza a bajar en invierno (nosotros visitamos Gran Canaria en la primera quincena de enero). Antes de llegar a la playa nos encontramos con este faro tan chulo 🤔. Aunque teníamos poco tiempo, no pudimos evitar hacernos una foto con él, jeje 📷.

¿Sabías que el Faro de Maspalomas es el tercer faro más alto de España 🇪🇦? Lleva más de un siglo de trabajo ininterrumpido. Se empezó a construir ⚒️ en el año 1861 y no empezó funcionar hasta 1890. Precisamente el Faro de Maspalomas es el que separa la Playa de las Meloneras de la Playa de Maspalomas. Vale que a su lado parecemos enanitos 😞, pero es que jope, aquí donde lo ves, este faro mide 58 metros.

Vamos a dejar el faro o no llegaremos a la puesta de sol 🌞. Empezamos a caminar rapidito por la arena de la playa para intentar llegar hasta las dunas. Realmente no es el camino más recto para llegar a las dunas, ese te lo contamos en el artículo de nuestro décimo día en Gran Canaria.

¡Oh, no! 😱 De camino a las dunas nos hemos encontrado con otro sitio chulo. ¡Así no llegamos nunca! Nos vamos a perder la puesta de sol jope 😥. Mira qué charco más curioso hay al ladito de la playa de Maspalomas. Nos recordó un poco al charco que vimos ayer en La Aldea de San Nicolás, así que no pudimos evitar acercarnos a cotillear 😇.

La Charca de Maspalomas es un espacio natural protegido 🏞️ y el humedal más importante de la isla. A la vez es la zona más vulnerable de la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas. Nos han contado que, aunque en su día fue un lugar con una vegetación exuberante, se ha descuidado. Ahora su flora 🥀 y fauna 🦥 están en peligro de extinción, por eso el acceso de la gente a su interior está terminante prohibido ⛔. Así que sé respetuoso como nosotros y no cruces la cuerda. Hazlo por las plantitas y los animalitos que viven en ella, que no queremos que se mueran 😢.

Una puesta de sol de ensueño

¡Por fin llegamos a las dunas! 🎉 Algo apurados de tiempo pero conseguimos subirnos a una de las más altas antes de que se fuera el sol y dejar nuestras pequeñas patitas marcadas en la arena 🐾.

Nos pareció una chulada encontrarnos con un paisaje así al lado de la playa ⛱️, no nos lo podíamos creer. Es como estar en medio del desierto 🏜️. Además, tuvimos suerte y la mayoría de los turistas extranjeros que querían ver la puesta de sol, decidieron hacerlo desde los bares 🍺 que hay a la entrada de la playa. Estábamos prácticamente solitos en medio de las dunas, y eso hizo que el momento fuera más especial si cabe 🔝🔝🔝.

¿No te parece una chulada poder disfrutar de una puesta de sol así 😍? A nosotros nos impactó tanto que ya estamos pensando si nos podemos venir a vivir a Gran Canaria. Con la cantidad de bananas 🍌 que hemos visto por la isla seguro que nuestras barriguitas nos lo agradecerían 😋. ¿Quieres seguir descubriendo Gran Canaria 🧐? Pues averigua lo que vimos en nuestro cuarto día por la isla. O si quieres más información, cotillea nuestra Guía de Viaje a Gran Canaria.