Madrid tiene muchos rincones sorprendentes 🤩. A veces caminamos sin rumbo por sus calles y nos preguntamos qué es lo que habrá detrás de las fachadas de algunos edificios monumentales 🤔. Si tienes suerte, a veces puedes entrar en algunos de ellos, como nos pasó con el Palacete de Basilio Avial 🏛️, situado en el barrio de Salamanca, en la calle José Ortega y Gasset, una de las más famosas de la capital.

El Palacete de Basilio Avial es la sede del Consejo General de la ONCE 🧑‍🦯, aquí tiene su despacho el presidente general de la ONCE. Y aunque durante la visita solo se puede ver alguna de sus partes, merece mucho la pena acercarse a descubrirlo con una de las visitas guiadas gratuitas del programa Bienvenidos a Palacio de la Comunidad de Madrid 🔝. Más abajo te contamos como conseguirlo.

Un poquito de historia del Palacete de Basilio Avial

Como te habrás imaginado por el nombre que lleva el palacete, perteneció a Basilio Avial y Peña. Este señor nació en Madrid en el año 1874, en una familia burguesa.

Su abuelo, que también se llamaba Basilio Avial, era segoviano y vino a la capital con su mujer en la década de los 40 🗓️. Se establecieron en la zona de la Plaza Mayor, donde tenían tiendas especializadas en la venta al por mayor de tejidos 🧶. Gracias a sus negocios se fueron enriqueciendo, y lo que ganaban lo invertían en banca 🏦. Mira si les fue bien que hasta llegaron a convertirse en uno de los accionistas más destacados del Banco de España 😮.

Una de las tías de Basilio, Carmen Avial, se casó con el conde de Albox, que era el gobernador del Banco de España, así que pronto entró a formar parte de los círculos de poder de la España de la Restauración y hasta llegó a ser mayordomo de semana de su majestad, ¡alucina! 😵‍💫

Era amigo de los nietos de Ignacio Bauer, que fue la familia judía más poderosa de España en el siglo XX 🕍. Ellos eran los representantes de la casa Roschill en España y por eso Basilio Avial acudía a las fiestas que daban, en las que se codeaba con lo más alto de la sociedad.

También asistían a las fiestas que se organizaban en La Granja de San Ildefonso, de hecho, en una de ellas falleció el hermano de Basilio, Alejandro, en un accidente en una excursión campestre en la que también estaba la infanta Isabel de Borbón, la hija de Isabel II. Iban en un carruaje y cruzaron las vías del tren cuando llegaba un convoy que les atropelló. Como estaba involucrada la infanta pues salió en prensa y todo 📰.

Nuestro Basilio Avial y Peña quería una casa que reflejara su status, así que en 1900 compró los terrenos en los que se ubica el palacete y en ese mismo año empezaron las obras 🏗️. Y no lo compró en cualquier sitio. La zona que eligió para levantar su palacete estaba en el ensanche en el que comenzó a edificarse el barrio de Salamanca, en una esquina estratégica entre la calle Velázquez y Ortega y Gasset, aunque la calle Ortega y Gasset cambió su nombre en 1955, antes se llamaba calle Lista, de ahí el metro de Lista 🚇, que todavía la recuerda.

En muchos sitios aún se refieren a esta calle como Lista y se habla incluso de los palacios de la calle Lista, porque era una calle en la que había muchos 🏛️, y por ello Avial la eligió para edificar el suyo.

Le encargó el proyecto a su primo, Isaac Rodríguez Avial, un arquitecto ecléctico que, a veces, coqueteaba con el modernismo. Pero no lo terminó él. No sabemos por qué, si se enfadaron o si pasó algo, pero abandonó las obras en 1901 😕. Los trabajos continuaron gracias a que tenían un maestro de obras, José Purkiss, que, por cierto, era uno de los más reconocidos de la ciudad. Él fue el que continuó las obras hasta que llegó el segundo arquitecto, Pascual Herraiz, que incorporó algunos detalles modernistas en el palacete, como por ejemplo la escalera de entrada, aunque hizo muy pocos cambios sobre el proyecto original 📐. El palacete se terminó en el año 1902 🗓️.

Basilio Avial murió en 1925 y la familia decidió desprenderse del palacete, pero no lo consiguieron hasta después de la Guerra Civil 🪖. En 1940 la ONCE compró el palacete a sus descendientes. Lo compraron vacío, sin mobiliario ni obras de arte 🖼️. Y gracias a ellos se conserva tal y como lo puedes ver, porque decidieron no derribarlo y lo siguen cuidando con todo el mimo para que luzca así de bonito 😊.

¿Qué vas a ver durante la visita al Palacete de Basilio Avial?

Lo primero que verás en cuanto pases la puerta exterior del palacete es a este perrete tan mono 🦮.

Está aquí estratégicamente colocado para darte la bienvenida a su casa 👋, al ladito de su escalera modernista.

Desde aquí, por la fachada, puedes ver que estás ante un edificio ecléctico, aunque mezcla algunos elementos modernistas, neobarrocos y hasta neomudéjar 👀.

La entrada al palacete de la ONCE en Madrid

Como te comentábamos antes, la entrada fue uno de los pocos cambios que Pascual Herraiz hizo en el proyecto. La escalinata de acceso original era doble, tenía dos accesos y decidió dejarlos en uno. La que ves actualmente tiene un estilo más modernista y su balaustrada está hecha con piedra de Villena con motivos florales 🏵️.

Si miras hacia arriba verás el voladizo que la cubre. Que también es de lo más mono y quiere su protagonismo, así que fíjate en él 😜.

Por cierto, que sepas que hay una pequeña trampa en esta fachada 🤭. Las primeras ventanas que ves, las que parece que están cerradas, en realidad no existen 😯. Las dibujaron para jugar con la simetría, pero por dentro no hay ni rastro de ellas. Vuelve a mirar la foto, son las que salen a la izquierda de la escalera. ¿No te parece que están superbién hechas? 🪟 A nosotros nos la colaron de pleno 😇.

Esta escalinata da acceso a la planta principal, la parte noble, en la que hacían vida la familia Avial y en la que actualmente se encuentra el despacho del presidente de la ONCE 🛋️. Debajo de ella, en el semisótano estaban las cocinas y la zona de servicio con el lavadero 🧼, la bodega y la despensa. La planta de arriba era la zona privada y de dormitorios 🛏️. En la planta superior, donde los techos son más bajos, estaban las habitaciones del servicio, igual que en el Palacio de la Granja, en el que el servicio dormía en las buhardillas 💤. Para conectar todas estas plantas se usaba la escalera de servicio, que estaba dentro del torreón.

Entramos en el Palacete de Basilio Avial de Madrid

En cuanto subimos por la escalera y pasamos la puerta, nos llevaron a una sala de lo más chula en la que conocimos a Oncelio, que nos explicó la historia de la organización. Hasta pudimos ver los bombos y números del sorteo de la ONCE 🎱.

Igual te preguntas por qué solo hay tres bombos 🙄. Resulta que, en su origen, los cupones de la ONCE solo tenían 3 cifras 😮. Nosotros no teníamos ni idea y lo descubrimos gracias a esta visita guiada.

La escalera principal

Después de conocer la historia de la organización 📜, volvimos a la entrada del Palacete de Basilio Avial. Una vez aquí, te aseguramos que tus ojos se van a ir hacia su escalera y un elemento indiscutible que vas a ver en el primer piso de ella 😍.

Su diseño no es el típico de principios del siglo XX, porque a finales del XIX lo que predominaban eran las escaleras de tipo afrancesado, con todos los peldaños de piedra, y aquí solo hay uno de piedra, el primero. Las barandillas de las afrancesadas tenían que ser metálicas, pero en esta predomina la madera 🪵.

Ten en cuenta que esta escalera no la usaba mucha gente, solo personas del círculo más cercano de la familia, porque daba acceso a la zona privada de la vivienda.

Como curiosidad, si miras para arriba te parecerá ver un techo de madera, pero no, amigui, está hecho con otros elementos que imitan la madera. Y qué bien lo hicieron, porque a nosotros nos dieron el pego completamente 😇.

La vidriera del Palacete de Basilio Avial

Es, sin duda, uno de los elementos más destacados del palacete, al menos a nosotros nos llamó un montón la atención 🤩. Está ubicada en la parte que más se ve de la escalera.

Es del año 1902 y la diseñó el arquitecto que continuó con las obras del palacete, Pascual Herraiz. Verás que en ella aparece el nombre de Maumejean ✒️, que es uno de los talleres de origen francés que más trabajaba en esa época.

Es una vidriera bastante elaborada, de estilo neorrenacentista. En ella puedes ver las cabezas de carnero humanizadas 🐏, motivos vegetales y las alegorías de las estaciones en cada una de sus esquinas. En el motivo central, una representación de cupido con Psique, representando el mito de Psique y Cupido.

¿Y por qué una vidriera aquí? 🙄 Pues resulta que las vidrieras en esa época tenían una doble función, servían para reforzar la decoración, permitiendo pasar la luz sin que se te vea desde fuera, pero también para mostrar el prestigio de la familia, ya que no todo el mundo tenía acceso a ellas.

La planta superior y el lucernario

El salón al que da acceso la escalera de madera es el único espacio de la zona noble que vas a poder ver durante tu visita al Palacete de Basilio Avial. Era la zona en la que estaban los dormitorios y actualmente está el Salón de Plenos, donde se reúne el consejo y otros despachos.

Es curiosa la doble altura que tiene con la galería y el lucernario que cubría una especie de patio. Antiguamente había un lucernario traslúcido y la vidriera actual la instaló la ONCE en el año 1987.

Es de la casa Vitralia y las plantitas que la rodean le da un aspecto de lo más cuqui 🌿. ¿No te parece?

El pabellón de cocheras

Este pabellón se construyó al mismo tiempo que el palacete, siguiendo el mismo estilo 🏗️. Las cocheras formaban una L con dos niveles y en ellas estaba la panera 🫓, la pajera y también había cuartos para la servidumbre.

La ONCE colocó aquí la imprenta para los cupones cuando había sorteos provinciales. A finales de los años 70, empiezan a hacer sorteos extraordinarios y a partir de los años 80 ya los hicieron nacionales.

Cuando se llevaron la imprenta a otro lugar más grande, derribaron el antiguo pabellón para levantar el actual, en el que hay más oficinas, despachos y el salón de actos.

¿Cómo visitar el Palacete de Basilio Avial de Madrid?

El palacete no suele estar abierto al público 🔒, pero tranqui, que te chivamos cómo puedes visitarlo y además con visita guiada y gratis 😎. Nosotros lo hicimos con el programa Bienvenidos a Palacio 🏛️, con el que también tuvimos la suerte de visitar en otra edición el Palacio de Parcent de Madrid.

Este programa es una actividad de lo más molona que te permite entrar por unos días en espacios que normalmente están cerrados al público. Así que, para ver el Palacete de Basilio Avial, lo único que tienes que hacer es conseguir una de las entradas del programa 🎟️. Eso sí, ten en cuenta que no es del todo sencillo, porque las entradas vuelan, pero si nosotros lo conseguimos, seguro que tú también 😜.

En la edición de 2024 se ofrecieron 8.500 plazas gratuitas para visitar 24 palacios de la Comunidad de Madrid. Parecen muchas, pero desaparecen en un pis pas.

Así que presta atención para estar puntual cuando salgan las entradas y poder hacerte con la tuya. En 2024 se activaron el 9 de septiembre a las 10 de la mañana y ahí estaban estos dos Minions viajeros puntuales, pegaditos al ordenador para hacerse con la suya 💻. Fuimos rapidísimos, porque las conseguimos jeje 😎.

¿Dónde está el Palacete de Basilio Avial?

Este palacete está en Madrid, en el número 18 de la calle de José Ortega y Gasset 📍, haciendo esquina con la calle Velázquez, en pleno barrio de Salamanca.

¿Cómo llegar al Palacete de Basilio Avial?

Nuestra forma favorita para movernos por Madrid es el metro 🚇. Las paradas más cercanas al Palacete de Basilio Avial son el metro de Núñez de Balboa (línea 5 y 9) o la del metro de Lista (línea 4). Si prefieres moverte en autobús 🚌, las líneas 1, 74, 52 y 29 también te dejan cerca. Otra opción es llegar en coche o en taxi.

¿Merece la pena la visita el Palacete de Basilio Avial de Madrid?

Sí, sin ninguna duda. Nosotros lo tenemos muy claro 😊. Es verdad que no hay muchos lugares a los que se puede acceder durante la visita, ten en cuenta que son zonas privadas que usa la ONCE, así que debemos respetarlo. Pero merece muchísimo la pena conocer la historia de este lugar con los guías del programa Bienvenidos a Palacio, que son realmente buenos. Nosotros hicimos la visita con Elena, que es una guía magnífica con la que ya habíamos coincidido en otras visitas 👩. Así que esperamos que tengas suerte en la próxima edición del programa y puedas visitar esta joyita escondida del barrio de Salamanca de Madrid.